La carrera mantiene un crecimiento sostenido, adelanta su pico de demanda respecto a años anteriores y alcanza ya inscritos procedentes de 15 países, 17 comunidades autónomas y más de 240 localidades.
La LXIII San Silvestre Toledana Popular afronta el último mes de inscripciones con un ritmo excepcional que confirma el crecimiento constante de la prueba y la gran fidelidad de sus participantes. Cuando todavía queda un mes para finalizar el plazo, restan menos de 850 dorsales disponibles, lo que anticipa de nuevo un completo para la emblemática cita del 31 de diciembre.
La organización, Amigos del Atletismo, muestra su satisfacción por la evolución de los datos, que evidencian que cada año los corredores se inscriben antes, impulsados por una mayor previsión en su preparación y por el vínculo que mantienen con una de las San Silvestres más singulares del país.
En estos momentos, la inscripción refleja una participación diversa y equilibrada con un 30% mujeres y 70% hombres, lo que consolida la creciente presencia femenina en la prueba. El hecho de que ya haya corredores procedentes de 15 países significa un récord en la historia de la carrera y sigue consolidándose una representación diversa en cuanto a provincias, siendo ya 37 de las 17 comunidades autónomas.
La participación local sigue siendo importantísima, representando más del 80% del total. El resto lo completan corredores de más de 240 localidades distintas, siendo la mayoría inscripciones independientes. Aún así, serán casi 300 los grupos, equipos o clubes que estarán presentes en esta colorida 34ª edición.
Desde la organización se destaca que estos datos “evidencian la dimensión deportiva, pero sobre todo emocional, que ha alcanzado la San Silvestre Toledana en estos años de andadura y el estímulo que conlleva en la organización que se esfuerza en ofrecer una buena experiencia a los participantes, segura y adaptada tanto a corredores populares como a infantiles”
La carrera, con el clásico recorrido de 8 kilómetros por varios barrios de Toledo, incluyendo su casco histórico, volverá a convertirse un año más en un reto personal además de un cierre festivo y familiar.
