«Roberto Parra: de campeón de Europa en 800 metros, a la gestión deportiva de Castilla-La Mancha»

Roberto Parra Mateo, nacido el 6 de abril de 1976 en Socuéllamos, Ciudad Real, es uno de los atletas más destacados de Castilla-La Mancha y un referente del atletismo español. Especializado en pruebas de medio fondo, sobre todo en los 800 metros, Parra alcanzó la cima de su carrera deportiva en 1996, cuando, con tan solo 19 años, se consagró Campeón de Europa Absoluto en Pista Cubierta en los 800 metros en Estocolmo; tan sólo a unos meses de abandonar su etapa sub20 ganando también el europeo en el Campeonato celebrado en Nyíregyháza, Hungría. En esa competición, logró un tiempo de 1:45.90, que no solo le dio el título europeo, sino que estableció un récord de España que se mantuvo imbatido hasta el pasado 2023.

Campeón de Europa Absoluta Indoor.
Estocolmo, 10 de Marzo de 1996.

Su legado en el atletismo nacional e internacional

Los logros de Parra en Nyíregyháza y Estocolmo fueron solo algunos de los hitos de su carrera. A lo largo de los años, se proclamó 15 veces Campeón de España en las categorías Sub-18, Sub-20 y Sub-23, lo que destaca su consistencia y longevidad, a pesar de su gran hándicap con las lesiones, en la élite del atletismo. Su dominio de los 800 metros no solo le permitió brillar en Europa, sino que consolidó su posición como uno de los mejores mediofondistas de su generación en España, siendo seleccionado para los JJOO de Atlanta y Sídney.

Transición a la Gestión Deportiva: del atletismo a la gestión del deporte

En 2006, Roberto Parra decidió dar un paso atrás en su carrera deportiva y anunciar su retirada de las pistas para enfocarse en la gestión deportiva. Este cambio de rumbo le permitió aprender y aplicar su experiencia y conocimientos adquiridos en su etapa como atleta de élite en la promoción y el desarrollo del deporte en su comunidad. Su primera gran incursión en el ámbito de la gestión fue como miembro activo de la Asociación de Deportistas de Castilla-La Mancha, donde asumió un papel de liderazgo en la mejora de las condiciones y el apoyo a los deportistas regionales locales. Su paso por la Asociación le permitió conocer las necesidades deportivas de la región y seguir contribuyendo al crecimiento del deporte en Castilla-La Mancha.

Roberto Parra en su etapa de director general del Deporte de Castilla-La Mancha

La carrera de Roberto Parra en la gestión deportiva dio un giro decisivo en 2008, cuando el Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha aprobó su nombramiento como director general del Deporte de la comunidad autónoma. Durante su mandato, que se extendió hasta mayo de 2011, Parra pudo continuar programas de referencia nacional y desempeñó un papel crucial en la evolución y promoción del deporte regional, trabajando en políticas deportivas, infraestructuras y el impulso de programas de formación.

Agradecimiento por su colaboración en la San Silvestre Toledana

Más allá de su impacto en la gestión deportiva a nivel institucional, Roberto Parra ha seguido trabajando a pie de campo demostrando su compromiso con el fomento de la actividad física y el deporte popular. Su dedicación también se ha reflejado en distintas actividades y eventos regionales, como actualmente lo hace junto a la organización de la San Silvestre Toledana, una de las carreras populares más emblemáticas de la región. Agradecemos profundamente su criterio y su esfuerzo continuo para hacer de este evento una referencia para los corredores, tanto profesionales como amateurs, y por contribuir a promover hábitos saludables y el deporte de base en la comunidad.

Hoy en día, Roberto Parra sigue realizando su labor de asesoramiento al deporte regional y nacional, siendo un referente para las nuevas generaciones de atletas y gestores deportivos. Su transición del atletismo de élite a la gestión deportiva, e indistintamente de las pistas a los despachos, demuestra su experiencia, versatilidad y compromiso con el desarrollo del deporte.

Entrevista Exclusiva: La Historia y Pasión de un Atleta Profesional – Inspiración, Retos y el Legado del Deporte

Descubre el viaje inspirador de Roberto Parra Mateo, desde sus primeros pasos en el atletismo hasta su transición a la vida después del retiro. Hablamos de obstáculos, de la importancia de los valores en el deporte y del poder que tiene el deporte para cambiar vidas. Además, nos comparte su visión sobre la San Silvestre Toledana y el papel que juegan hoy en día los deportistas en la sociedad. Una entrevista que nos invita a reflexionar sobre cómo el deporte va mucho más allá de la competición.

¿Cómo descubriste tu pasión por el atletismo?

«Mi pasión por el atletismo comenzó cuando tenía apenas 8 años, gracias a la influencia de un profesor de educación física en mi colegio en Socuéllamos, un pequeño pueblo de unos 13,000 habitantes en Ciudad Real. Se llamaba José Luis Carbonell, y, aunque no tenía una formación deportiva profesional, sí era una persona extremadamente entusiasta y comprometida con el deporte. Su amor por la actividad física y su energía contagiosa inspiraron a muchos jóvenes del pueblo a acercarnos al atletismo. José Luis nos motivaba con su dedicación, y fue él quien me integró en un grupo de jóvenes deportistas con los que empecé a entrenar.

A la edad de 10 años, ya estaba participando en pruebas de categoría benjamín y alevín, compitiendo en carreras tanto en Socuéllamos como en otras localidades de la provincia. Sin embargo, mi verdadero inicio en el atletismo estuvo en el ambiente del colegio. Allí, rodeado de compañeros y motivado por el espíritu de equipo, me di cuenta de que realmente disfrutaba correr y, sobre todo, que tenía talento para ello. Creo que, como muchos jóvenes, el darme cuenta de que se me daba bien fue un estímulo muy importante. Saber que destacaba en algo me dio la motivación para empezar a ponerme metas.

A partir de ahí, comencé a plantearme retos. Primero fue competir a nivel local, luego vinieron las pruebas a nivel regional y provincial. Paso a paso, fui logrando más y más hasta que, en la categoría cadete, conseguí mi primer gran logro: ganar un campeonato de España. Ese momento fue una mezcla de emociones: orgullo, emoción y ganas de seguir mejorando.»

¿Hubo algún obstáculo o desafío que pensaste que no podías superar, pero que te hizo más fuerte como atleta?

«Obstáculos, hubo muchos, casi a diario. Siempre fui un buen atleta, pero físicamente era muy frágil; me lesionaba con frecuencia y tuve que pasar varias veces por el quirófano para tratar problemas de rodilla. Las sobrecargas de entrenamiento intensificaban estas lesiones, y al final, aprendí a convivir con ellas. Claro que hubo momentos en los que pensaba que no podría superarlo, pero cada vez que lo hacía, no solo me fortalecía como atleta, sino también como persona.

La anécdota que suelo contar es que, después de retirarme del atletismo profesional, no he encontrado ninguna situación en la vida que me haya hecho pensar ‘esto no puedo superarlo’. Creo firmemente que esa fortaleza la desarrollé día a día en el alto rendimiento.»

¿Cómo fue tu transición de atleta profesional a tu nueva vida después del retiro?

«No diría que mi transición fue ejemplar, ya que me retiré relativamente pronto, agotado por las constantes lesiones y problemas físicos. Dar el paso hacia la vida laboral fue un reto enorme y me generaba mucho miedo, porque había dejado la formación académica en segundo plano debido a mi dedicación completa al atletismo, y no tenía claro a qué podría dedicarme.

Afortunadamente, exdeportistas que habían pasado por situaciones similares formaron en Toledo una asociación de deportistas, y gracias a ellos pude integrarme en el mundo laboral. Comencé en la organización y gestión de eventos deportivos, e incluso tuve una breve etapa en la política, aunque finalmente volví a lo que realmente me apasiona: la organización de eventos deportivos. Fue una transición llena de aprendizajes que me permitió redescubrirme y aprovechar mis habilidades en un nuevo ámbito.»

¿Qué opinas sobre el papel que juegan los atletas en la sociedad actual? ¿Cómo ves la influencia del deporte en temas como la salud, la educación y la inspiración social?

«Hoy en día, ser deportista no se trata solo de alcanzar el máximo rendimiento, sino también de cuidar la salud física y mental. Hay una conciencia mucho mayor sobre la importancia de equilibrar ambas cosas, algo que no era tan común hace unos años. En mi experiencia, creo que los deportistas tenemos una responsabilidad social: compartir nuestras vivencias ayuda a sensibilizar a otros sobre los beneficios del deporte para el bienestar integral.

Es fundamental que existan programas constantes que promuevan el deporte como un pilar de salud. Trabajar en esta dirección no solo ayuda a mejorar la calidad de vida de quienes lo practican, sino que fortalece valores esenciales en cada etapa de desarrollo. La educación en valores es crucial en el deporte, ya que enseña perseverancia, respeto, esfuerzo y compromiso. Además, los deportistas pueden ser una influencia positiva y una fuente de inspiración para que otros se animen a practicar deporte y descubran sus beneficios.

Si impulsamos estos valores y el papel del deporte en la salud, no sólo ayudaremos a formar atletas, sino personas más fuertes y completas para la vida.»

¿Qué significa para ti la San Silvestre Toledana?

«La San Silvestre Toledana es una carrera histórica y muy especial, tanto por quienes la organizan como por todos los que participan. Para mí, representa una verdadera fiesta de fin de año. Todavía recuerdo correr la San Silvestre en Madrid y luego apurarme para llegar a casa en Ciudad Real y celebrar las uvas con mi familia. En Toledo, esta carrera tiene algo único: un ambiente festivo, participativo y cordial que no se ve en todas partes. Es una ocasión en la que la gente se vuelca con sus propósitos de año nuevo, compartiendo energía y buenos deseos para el año que comienza.»

Esta entrevista refleja cómo el deporte transforma vidas, no solo en la pista sino también en la vida cotidiana. La dedicación, el esfuerzo y el compromiso se convierten en lecciones que inspiran a todos.